Parque de Aiako Harria (Parkeak San Sebastián / Donosti)
Parque de Aiako Harria
Parkeak
Los rÃos de Bidasoa y Urumea acogen en su seno uno de los parques naturales más antiguos de la PenÃnsula Ibérica. El Parque de Aiako Harria es un asombroso macizo, enclavado en el extremo sudeste de San Sebastián, que cuenta con toda clase de tesoros geológicos y yacimientos prehistóricos, además de una panorámica imponente que nada tiene que envidiar a otros paraÃsos montañosos de Europa. Los senderistas, los escaladores y los amantes de la aventura encontrarán en Harria una fuente inagotable de diversión, como quienes busquen disfrutar de un escapada con la familia.
A la vera de los Pirineos, una formación montañosa sorprende al visitante. Es el macizo granÃtico de Aiako Harria, de vigorosas y monumentales proporciones, coronado por tres crestas conocidas como las Batallas o las Tres Coronas. Indudablemente todo un espectáculo geográfico, que también goza de gran interés geológico.
Dada su elevada longevidad, Harria está considerada como una primitiva tierra vasca. Con más de 250 millones de años de antigüedad, las rocas de este coloso muestran impresiones de fósiles marinos, pertenecientes al periodo Paleozoico. Asimismo posee incontables monumentos megalÃticos donde figuran dólmenes, crómlech y túmulos.
La fisonomÃa del parque viene determinada por toda clase de accidentes geográficos. Desde collados, valles y extraordinarias cascadas hasta embalses, arroyos y los barrancos de Aiztondo y Endara. También la fauna y la flora engrandecen Aiako Harria.
Pueden encontrarse salmones, buitres, gatos monteses, corzos, visontes europeos y hasta 170 especies de invertebrados, conviviendo en estrecha comunión con la masa arbórea más salvaje. El haya y el roble bañan las colinas de Harria, donde también abundan innumerables especies florales.
En abril de 1995 fue declarado Parque Natural y cuenta con una extensión de 6145 hectáreas, repartidas entre los municipios de Oiartzun, Hervian, Irún, RenerÃa y la bahÃa de Txingudi, además de la ciudad de San Sebastián.
Asimismo ofrece un amplÃsimo abanico de actividades. Nada como recorrer esta tierra a pie o en bicicleta, gracias a sus numerosas rutas de senderismo, o descubrir los secretos de la región a través de una visita guiada. Y es que en San Sebastián la diversión no tiene fin, como demuestran espacios naturales como el Parque de Harria.
A la vera de los Pirineos, una formación montañosa sorprende al visitante. Es el macizo granÃtico de Aiako Harria, de vigorosas y monumentales proporciones, coronado por tres crestas conocidas como las Batallas o las Tres Coronas. Indudablemente todo un espectáculo geográfico, que también goza de gran interés geológico.
Dada su elevada longevidad, Harria está considerada como una primitiva tierra vasca. Con más de 250 millones de años de antigüedad, las rocas de este coloso muestran impresiones de fósiles marinos, pertenecientes al periodo Paleozoico. Asimismo posee incontables monumentos megalÃticos donde figuran dólmenes, crómlech y túmulos.
La fisonomÃa del parque viene determinada por toda clase de accidentes geográficos. Desde collados, valles y extraordinarias cascadas hasta embalses, arroyos y los barrancos de Aiztondo y Endara. También la fauna y la flora engrandecen Aiako Harria.
Pueden encontrarse salmones, buitres, gatos monteses, corzos, visontes europeos y hasta 170 especies de invertebrados, conviviendo en estrecha comunión con la masa arbórea más salvaje. El haya y el roble bañan las colinas de Harria, donde también abundan innumerables especies florales.
En abril de 1995 fue declarado Parque Natural y cuenta con una extensión de 6145 hectáreas, repartidas entre los municipios de Oiartzun, Hervian, Irún, RenerÃa y la bahÃa de Txingudi, además de la ciudad de San Sebastián.
Asimismo ofrece un amplÃsimo abanico de actividades. Nada como recorrer esta tierra a pie o en bicicleta, gracias a sus numerosas rutas de senderismo, o descubrir los secretos de la región a través de una visita guiada. Y es que en San Sebastián la diversión no tiene fin, como demuestran espacios naturales como el Parque de Harria.
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