Para comenzar nuestra visita a San Sebastián, podremos visitar el
Monte Igueldo, para ello lo mejor es subir en el
funicular. Una vez arriba, si viajamos con niños, estos podrán disfrutar de las atracciones. Pero el Monte Igueldo, no es solo un parque de atracciones, gracias a su situación, contaremos con unas inmejorables vistas de la ciudad.
Una vez que bajemos, dando un paseo nos acercaremos a otro de los símbolos de San Sebastián, el
Peine del Viento. Si lo nuestro es pasear, podemos hacerlo por el paseo de la concha. Un poco dependiendo del tiempo que hayamos estado en cada uno de los lugares y del horario de comidas al que estemos acostumbrados, podremos comer antes, durante o después del paseo, lugares no faltan.
Donosti tiene más que esto, pero si se ve todo esto en un día, podremos decir que hemos visto lo imprescindible de San Sebastián.