Parroquia San Pedro Apóstol (Iglesias en San Sebastián / Donosti)
Parroquia San Pedro Apóstol
Iglesias
Centro
La Parroquia se hallaba justo donde hoy se encuentra el cementerio y su construcción data de 1450. Los lugareños pertenecían a la Parroquia de San Vicente y solicitaron su construcción, siendo actualmente un recinto para el cementerio del cual solamente se conserva la entrada gótica; uno de los restos más antiguos.
Junto a la entrada gótica (la cual da acceso al cementerio) se conservaron también las paredes, vanos y un ventanal románico; pero con el resto se decidió crear una nueva iglesia en 1774.
La nueva Iglesia Parroquial de San Pedro muestra sobriedad y un aspecto sólido, conformado por una sola planta. Su cabecera da al este, donde queda la parte más extensa del pueblo a diferencia de la antigua parroquia, cuya situación era al norte, en el monte.
La mayor parte de materiales con los que fue construida la actual parroquia provienen de la antigua, materiales que también fueron destinados al muro y a unos asientos exteriores para que la gente pudiese disfrutar de las vistas sin caer al mar (en aquella época no existía el paseo actual).
La nueva parroquia supone un contraste si se comparan su interior con la riqueza de la fachada, añadiendo a su composición el toque de la época del Renacimiento Español y sus voluminosas dimensiones.
La forma es de un cubo perfecto cuyo apéndice resulta ser la torre. Por otro lado, su aspecto ornamental ha sido resaltado en la puerta norte, siendo ésta una comparación más que evidente frente a la imagen urbana.
Sin duda es un cúmulo de exquisitez y a la vez simplismo en una misma obra, sus cambios a lo largo de los siglos han permitido que su imagen externa sea bella y el interior un lugar de intimidad para los parroquianos.
En ella había una placa sepulcral a nombre de Blas de Lezo, la cual se conserva en el Museo de San Telmo, siendo una réplica la que se halla en la iglesia.
Reconstrucción de una nueva Iglesia
Junto a la entrada gótica (la cual da acceso al cementerio) se conservaron también las paredes, vanos y un ventanal románico; pero con el resto se decidió crear una nueva iglesia en 1774.
La nueva Iglesia Parroquial de San Pedro muestra sobriedad y un aspecto sólido, conformado por una sola planta. Su cabecera da al este, donde queda la parte más extensa del pueblo a diferencia de la antigua parroquia, cuya situación era al norte, en el monte.
Materiales y contrastes
La mayor parte de materiales con los que fue construida la actual parroquia provienen de la antigua, materiales que también fueron destinados al muro y a unos asientos exteriores para que la gente pudiese disfrutar de las vistas sin caer al mar (en aquella época no existía el paseo actual).
La nueva parroquia supone un contraste si se comparan su interior con la riqueza de la fachada, añadiendo a su composición el toque de la época del Renacimiento Español y sus voluminosas dimensiones.
La forma es de un cubo perfecto cuyo apéndice resulta ser la torre. Por otro lado, su aspecto ornamental ha sido resaltado en la puerta norte, siendo ésta una comparación más que evidente frente a la imagen urbana.
Vista desde el muelle
Sin duda es un cúmulo de exquisitez y a la vez simplismo en una misma obra, sus cambios a lo largo de los siglos han permitido que su imagen externa sea bella y el interior un lugar de intimidad para los parroquianos.
En ella había una placa sepulcral a nombre de Blas de Lezo, la cual se conserva en el Museo de San Telmo, siendo una réplica la que se halla en la iglesia.
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