Alza (Barrios / Zonas en San Sebastián / Donosti)
En el extremo más oriental de Donostia se encuentra uno de esos rincones con encanto natural. Alza es un barrio predominantemente residencial que extiende sus lindes entre Larratxo, Altza-gaina, Molinao y Herrera entre otros. Asimismo abundan toda clase de comercios (alimentación, moda, etc.) y grandes espacios verdes, ideales para pasear y deleitarse con la belleza paisajística de San Sebastián.
Diecisiete son los barrios que salpican de belleza y majestuosidad esta ciudad costera. Aiete, Egia o Gros son algunos de los más emblemáticos, aunque sin ningún género de dudas el barrio de Alza y su galopante desarrollo urbanístico ocupan un lugar destacado.
Entre principios y finales del siglo XX, este barrio ha experimentado un crecimiento demográfico considerable, sobretodo entre los años 60 y 70. En esta década su población se vio multiplicada, merced al impulso de la inmigración y la anexión del barrio a la capital guipuzcoana en 1939.
Hasta la fecha, Alza constituyó un municipio independiente, inscrito ocasionalmente en la jurisdicción donostiarra hacia 1820, 1879 y a mediados del siglo XX. Pero sus orígenes se remontan al siglo X, momento en que el rey navarro García el Restaurador aludiría al territorio en un antiguo manuscrito de 1141. Desde entonces, su presencia en la economía y en el comercio marítimo —merced al núcleo portuario conocido como ‘La Herrera’— no ha hecho más que crecer.
A lo largo de sus 14,5 kilómetros cuadrados, Alza acoge a más de 20 mil donostiarras y cuenta con diversos establecimientos de moda, alimentación, calzado y otros sectores. Asimismo, en este barrio podemos encontrar la parroquia de San Marcial, el cementerio-velatorio de Alza y otros enclaves solemnes, amén de numerosos espacios verdes.
No hay mejor lugar para disfrutar de la naturaleza cantábrica que los parques de Harria y Ametzagaina, dos paraísos naturales que no te decepcionarán. Desde luego, Alza es un auténtico tesoro cultural que merece la pena conocer.
Diecisiete son los barrios que salpican de belleza y majestuosidad esta ciudad costera. Aiete, Egia o Gros son algunos de los más emblemáticos, aunque sin ningún género de dudas el barrio de Alza y su galopante desarrollo urbanístico ocupan un lugar destacado.
Entre principios y finales del siglo XX, este barrio ha experimentado un crecimiento demográfico considerable, sobretodo entre los años 60 y 70. En esta década su población se vio multiplicada, merced al impulso de la inmigración y la anexión del barrio a la capital guipuzcoana en 1939.
Hasta la fecha, Alza constituyó un municipio independiente, inscrito ocasionalmente en la jurisdicción donostiarra hacia 1820, 1879 y a mediados del siglo XX. Pero sus orígenes se remontan al siglo X, momento en que el rey navarro García el Restaurador aludiría al territorio en un antiguo manuscrito de 1141. Desde entonces, su presencia en la economía y en el comercio marítimo —merced al núcleo portuario conocido como ‘La Herrera’— no ha hecho más que crecer.
A lo largo de sus 14,5 kilómetros cuadrados, Alza acoge a más de 20 mil donostiarras y cuenta con diversos establecimientos de moda, alimentación, calzado y otros sectores. Asimismo, en este barrio podemos encontrar la parroquia de San Marcial, el cementerio-velatorio de Alza y otros enclaves solemnes, amén de numerosos espacios verdes.
No hay mejor lugar para disfrutar de la naturaleza cantábrica que los parques de Harria y Ametzagaina, dos paraísos naturales que no te decepcionarán. Desde luego, Alza es un auténtico tesoro cultural que merece la pena conocer.
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